Me encantan los panes planos así que cada que veo una receta de este tipo no dudo guardármela para hacerla en cuanto pueda y así ha pasado con esta, es un pan muy sencillo pero ha quedado muy bueno y muy rápido de preparar, la receta la he tomado de aquí.
Ingredientes;
1 taza de leche
1 taza de agua tibia
4 tazas de harina (separando 1 taza y reservarla)
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de sal
1 cucharada de levadura seca
1 huevo para barnizar
Semillas de ajonjolí (blanco y negro)
Procedimiento:
Colocar en el tazón de la batidora leche, agua tibia, harina, azúcar y levadura y mezclar.
Dejar reposar por una hora aproximadamente.
Así deberá verse pasado el tiempo de reposo.
Ahora vamos agregar la taza de harina que teníamos reservada poco a poco a baja velocidad y la sal, amasamos a que nuestra masa tenga consistencia.
La sacamos de la batidora y la amasamos un poco.
La dividimos en 2 piezas.
Boleamos un poco cada pieza y con la palma de la mano le vamos dando forma (puede ser también con un rodillo) pero la verdad es una masa tan bonita y suave que no es necesario con la mano es suficiente y se extiende muy lindo.
La pasamos a la charola para horno con papel siliconado o engrasada.
Formar pequeños cuadros con un cuchillo y dejar reposar por una hora aproximadamente.
Pasado el tiempo de reposo las barnizamos con el huevo restante ligeramente batido y espolvoreamos con semillas de ajonjolí negro y claro.
Si lo deseas puedes marcar un poco más los cortes con el cuchillo antes de hornear ( yo no lo hice).
Llevar al horno precalentado a 180 grados centígrados por espacio de 12 o 15 minutos estará listo.
Al salir del horno la puedes cubrir con un trapo de cocina así la pita se suaviza pero sin perder lo crujiente.
Es una receta deferente de las que he realizado de pan pita, pero realmente el resultado me agrado y en casa también así que ellos mandan y la volveré a repetir.