Definitivamente uno de mis panes favoritos, si me los dejan todos me los termino yo solita, me encantan he probado esta receta buenísima de mi querido amigo Pablo Gargiulo, un chico argentino que es un panadero extraordinario y que comparte sus recetas de manera tan amable, ya le he pedido permiso para compartir las recetas que yo vaya preparando y tan agradable como es él me ha dicho que no tiene ningún inconveniente, así que les comparto esta buenísima receta.
PAN PITA
940 grs. de harina de trigo
500 mls. de agua tibia (puede ser un poquito más depende de la harina)
18 grs. de sal
18 grs. de aceite de olivo
8 grs. de levadura seca (15 de levadura fresca)
Procedimiento:
Colocamos en el tazón de la batidora harina, levadura, aceite de olivo y agregamos poco a poco el agua, cuando esté más integrado todo agregar la sal y amasar hasta que la masa esté elástica y suave.
Sacamos del tazón y amasamos un poquito, después la colocamos en un traste previamente engrasado y la dejamos reposar a que doble volumen, tapada y en un lugar cálido de preferencia.
Pasado este tiempo, dividir la masa en piezas de 60 grs. aproximadamente (esto ya depende de tu gusto).
Boleamos y aplastamos un poco cada bolita y dejamos reposar por 10 minutos aproximadamente.
Pasados los 10 minutos las extendemos un poquito un poco alargadas y nuevamente dejamos reposar por 10 minutos más.
Pasado el tiempo de reposo las terminamos de extender, normalmente yo las hago redondas pero Pablo en Argentina las hace alargadas así que decide seguir las indicaciones de él.
Cuando estén bien extendidas las vamos colocando en una charola para horno, yo le he colocado un papel para horno aunque si les espolvoreas un poco de harina en las charolas no es necesario, pero más vale prevenir.
Cuando las tengamos todas extendidas, las dejamos reposar unos 10 o 15 minutos.
Llevamos al horno previamente precalentado a 260° centígrados, por espacio de 3 a 5 minutos, no dejar más tiempo con eso es suficiente (cuando se inflan están listos), es lo grandioso de estos panes mas tardas en amasar y reposar que en hornear, en un plis plas están listos.
Los sacamos y colocamos en rejillas para enfriar.
Cuando estén completamente fríos los juntamos para guardarlos, yo los guardo en una bolsita de plástico para que siempre se conserven suaves, pero también los puedes congelar, para tener siempre en casa esta delicia de pan, solo lo sacas lo dejas que tome temperatura y lo puedes calentar en un sartén, comal, horno eléctrico, en lo que tu gustes.
Aquí se puede apreciar la bolsita característica de estos panes, los puedes rellenar de lo que gustes a mi me encantarían con jamón y queso qué opinas? te gustan.